GUÍAS VASCULARES GLOBALES ACERCA DEL TRATAMIENTO DE LA ISQUEMIA CRÓNICA QUE AMENAZA LA EXTREMIDAD

Traducción

Resumen de la guía: La isquemia crónica que amenaza la extremidad (CLTI, por sus siglas en inglés) se asocia con mortalidad, amputación y deterioro de la calidad de vida. Estas guías vasculares globales (GVG, por sus siglas en inglés) se enfocan en el objetivo de mejorar la atención basadas en la evidencia y en resaltar las necesidades críticas en la investigación. Se prefiere 6 utilizar CLTI en lugar de isquemia crítica de la extremidad debido a que esta última implica valores límite de disminución en la perfusión, en vez de un continuo. La CLTI es un síndrome clínico definido por la presencia de enfermedad arterial periférica (EAP), en combinación con dolor en reposo, gangrena o una ulceración en las extremidades inferiores >2 semanas de dura-ción. Se excluyen las etiologías venosas, traumáticas, embólicas y no ateroecleróticas. Todo paciente en quien se sospeche una CLTI debe ser remitido de urgencia a un especialista vascular. Es fundamental establecer con precisión la severidad delriesgo sobre las extremidades, lo cual se logra mediante el respaldo del sistema de clasificación de extremidades en riesgo de la Sociedad Americana de Cirugía Vascular, basado en la clasificación de heridas, la isquemia y la infección del pie (WIfI,por sus siglas en inglés). Se requieren pruebas hemodinámicas La revascularización basada en la evidencia (RBE) depende de tres pilares independientes: el riesgo del paciente, la severidad de compromiso sobre la extremidad y la complejidad anatómica (PLAN, por sus siglas en inglés). Los pacientes de mediano y alto riesgo se definen por el procedimiento estimado y la mortalidad por todas las causas a los 2 años. Las GVG proponen un nuevo Sistema Global de Clasificación Anatómica de las Extremidades (GLASS, por sus siglas en inglés), el cual implica definir, a preferencia, un trayecto arterial meta (TA y luegoestimar la permeabilidad basada de la extremidad (LBP), lo que resulta en tres estadios de complejidad para la intervención.

La estrategia de revascularización óptima también está influenciada por la disponibilidad de una vena autóloga para la cirugía de derivación abierta. Las recomendaciones para la RBE se basan en los mejores datos disponibles, en espera de evidencia nivel 1 de ensayos en curso. La derivación venosa abierta puede ser preferible para pacientes de riesgo promedio con amenaza avanzada de la extremidad y enfermedad de alta complejidad, mientras que aquellos con anatomía menos compleja, amenaza de extremidad de gravedad intermedia o en pacientes de alto riesgo para el procedimiento pueden ser favorecidos para la intervención endovascular. El mejor manejo médico debe ser proporcionado a todos los pacientes con CLTI, incluido el uso de agentes antitrombóticos, hipolipemiantes, antihipertensivos e hipoglucemiantes, así como asesoría para suspender el tabaquismo, dieta, ejercicio y cuidados del pie. Posterior a la RBE, se recomienda el control de las extremidades a largo plazo.

No se ha establecido la eficacia de los tratamientos sin revascularización (p. ej., estimulación de la médula espinal, compresión neumática, prostanoides y oxígeno hiperbárico). Los abordajes de la medicina regenerativa (p. ej., terapias celulares o terapias génicas) para la CLTI deben restringirse a pacientes incluidos en ensayos clínicos llevados a cabo de manera rigurosa. Las GVG promueven la estandarización de diseños de estudios y criterios para los ensayos clínicos en la CLTI. Para la prevención de amputaciones se destaca la importancia de los equipos multidisciplinarios y los centros de excelencia como una iniciativa
clave del sistema de salud.

Palabras clave: Chronic limb-threatening ischemia, Critical limb ischemia, Peripheral artery disease, Diabetes, Foot ulcer, Endovascular intervention, Bypass surgery, Practice guideline, Evidencebased medicine